6 maneras en que los aeropuertos esperan ganar dinero a tu costa
17 agosto 2015
Quizás no es lo que uno esperaría oír, pero la principal fuente de ingresos de los aeropuertos no es el alquiler de espacio a las aerolíneas, sino las ventas generadas en las tiendas.
El diseño de ambientes con calculado carácter local, la selección del personal, la automatización de procesos para que el viajero tenga más tiempo para comprar, los precios de los servicios esenciales: nada es fruto de la casualidad.
De hecho, en los aeropuertos de todo el mundo, cada detalle está pensado para obtener el mayor gasto posible de los pasajeros que esperan su vuelo.
Si no quieres quedarte sin presupuesto incluso antes de que empiece tu viaje, te recomendamos que sigas leyendo. Quizás así la próxima vez que pises un aeropuerto te ahorrarás alguna que otra desagradable sorpresa.
1. Cobrándote por usar el WiFi
Nuestro consejo aquí es que no des por sentado que en el aeropuerto donde cogerás tu próximo vuelo habrá WiFi gratis.
Las políticas de las empresas que gestionan los aeropuertos en cada país son diferentes, y puede ocurrir desde que tengas un tiempo limitado gratuito hasta que tengas que pagar por la totalidad del tiempo de conexión.
2. Con complejas tarifas en los párquines
En los aeropuertos no hay zonas urbanas cercanas donde aparcar, así que si vas a recoger a alguien en coche, no tendrás más remedio que aceptar sus normas.
Eso de dejar el coche aparcado un momentito “en cualquier sitio” mientras llega la persona a la que esperas no funciona aquí.
Los aeropuertos cobran por minuto, e incluso aunque tengas los precios y las tarifas en cuenta, las plazas son limitadas, así que puede que te quedes sin sitio, sobre todo si es temporada alta.
Conviene que antes de salir te informes en la web de Aena (o la que corresponda) de las tarifas, y de si hay opción de reservar plaza previamente.
3. Vendiendo la comida y bebida a precios absurdos
Puede que seas previsor y que te propongas evitar a toda costa los abusos de los buffetes de los aeropuertos. Pero esto no te servirá de nada cuando, al pasar el control de seguridad, te pidan que tires las botellas de agua u otros líquidos.
Los dispensadores de agua gratuita en los aeropuertos brillan por su ausencia, y si te parecen caras las botellas en España, prepárate cuando estés en países como Estados Unidos.
Para que te hagas una idea, la cadena de tiendas norteamericana Hudson fue demandada hace poco por vender en el aeropuerto de Los Ángeles botellas de agua a 5$.
4. Vendiendo a precios todavía más absurdos otros productos “de primera necesidad”
Una buena fuente de ingresos para los aeropuertos es el cobro de precios elevados por productos que saben que el viajero necesita en el momento, y que no podrá obtener en ningún otro sitio.
Por ejemplo, por recargar la batería del móvil, por la compra de bolsas de plástico para introducir los productos de aseo, o por envolver la maleta en zonas donde es recomendable por motivos de seguridad. También son un clásico los tapones para los oídos, las almohadas, mantas, y otros productos que no son primordiales, pero que te ayudarán a viajar más cómodamente.
En casi todos los casos puedes tener preparadas soluciones alternativas, como llevarte un «power bank» o batería externa, o informarte sobre las medidas de seguridad del país y adquirir previamente cualquier producto que sepas que vas a necesitar.
5. Con altos tipos de cambio
En línea con los puntos anteriores, en cierto sentido el dinero también puede ser considerado como un producto de primera necesidad.
Las casas de cambio de los aeropuertos son conscientes de que muchos viajeros llegan al país sin moneda local, bien por falta de previsión, o influidos por ese rumor que dice que los mejores sitios para cambiar son los aeropuertos.
Antes de decidirte por cambiar en el aeropuerto, infórmate sobre las franquicias que operan allí y consulta los tipos de cambio en su web. Piensa también que aunque haya varias compañías diferentes, es probable que todos tengan tipos similares.
6. Sacándose de la manga tasas surrealistas
Cuando los aeropuertos se quedan cortos de beneficios, lo que les sobra son las ideas para sacar dinero de los pasajeros.
Desde la tasa de £1 que impuso el aeropuerto de Belfast a los fumadores, pasando por la “Airport improvement fee” impuesta en algunos países a pasajeros en tránsito, hasta la surrealista tasa “por respirar” que se pide en Caracas como contrapartida por respirar aire limpio.
Es mejor prevenir…
Los aeropuertos son un buen lugar para obtener los servicios y el entretenimiento que hacen las horas de espera más llevaderas.
Pero si quieres que tu estancia allí sea de verdad provechosa, y no una causa de estrés más, debes ser consciente de que los departamentos comerciales que los gestionan son muy conscientes de la predisposición y del comportamiento de los viajeros que pasan por ellos, y están dispuestos a aplicar todas las estrategias necesarias para sacar el máximo beneficio económico.
Comenta: ¿alguna vez te han cobrado en un aeropuerto un gasto de este tipo que no esperabas?
Quizás no es lo que uno esperaría oír, pero la principal fuente de ingresos de los aeropuertos no es el alquiler de espacio a las aerolíneas, sino las ventas generadas en las tiendas.
El diseño de ambientes con calculado carácter local, la selección del personal, la automatización de procesos para que el viajero tenga más tiempo para comprar, los precios de los servicios esenciales: nada es fruto de la casualidad.
De hecho, en los aeropuertos de todo el mundo, cada detalle está pensado para obtener el mayor gasto posible de los pasajeros que esperan su vuelo.
Si no quieres quedarte sin presupuesto incluso antes de que empiece tu viaje, te recomendamos que sigas leyendo. Quizás así la próxima vez que pises un aeropuerto te ahorrarás alguna que otra desagradable sorpresa.
1. Cobrándote por usar el WiFi
Nuestro consejo aquí es que no des por sentado que en el aeropuerto donde cogerás tu próximo vuelo habrá WiFi gratis.
Las políticas de las empresas que gestionan los aeropuertos en cada país son diferentes, y puede ocurrir desde que tengas un tiempo limitado gratuito hasta que tengas que pagar por la totalidad del tiempo de conexión.
2. Con complejas tarifas en los párquines
En los aeropuertos no hay zonas urbanas cercanas donde aparcar, así que si vas a recoger a alguien en coche, no tendrás más remedio que aceptar sus normas.
Eso de dejar el coche aparcado un momentito “en cualquier sitio” mientras llega la persona a la que esperas no funciona aquí.
Los aeropuertos cobran por minuto, e incluso aunque tengas los precios y las tarifas en cuenta, las plazas son limitadas, así que puede que te quedes sin sitio, sobre todo si es temporada alta.
Conviene que antes de salir te informes en la web de Aena (o la que corresponda) de las tarifas, y de si hay opción de reservar plaza previamente.
3. Vendiendo la comida y bebida a precios absurdos
Puede que seas previsor y que te propongas evitar a toda costa los abusos de los buffetes de los aeropuertos. Pero esto no te servirá de nada cuando, al pasar el control de seguridad, te pidan que tires las botellas de agua u otros líquidos.
Los dispensadores de agua gratuita en los aeropuertos brillan por su ausencia, y si te parecen caras las botellas en España, prepárate cuando estés en países como Estados Unidos.
Para que te hagas una idea, la cadena de tiendas norteamericana Hudson fue demandada hace poco por vender en el aeropuerto de Los Ángeles botellas de agua a 5$.
4. Vendiendo a precios todavía más absurdos otros productos “de primera necesidad”
Una buena fuente de ingresos para los aeropuertos es el cobro de precios elevados por productos que saben que el viajero necesita en el momento, y que no podrá obtener en ningún otro sitio.
Por ejemplo, por recargar la batería del móvil, por la compra de bolsas de plástico para introducir los productos de aseo, o por envolver la maleta en zonas donde es recomendable por motivos de seguridad. También son un clásico los tapones para los oídos, las almohadas, mantas, y otros productos que no son primordiales, pero que te ayudarán a viajar más cómodamente.
En casi todos los casos puedes tener preparadas soluciones alternativas, como llevarte un «power bank» o batería externa, o informarte sobre las medidas de seguridad del país y adquirir previamente cualquier producto que sepas que vas a necesitar.
5. Con altos tipos de cambio
En línea con los puntos anteriores, en cierto sentido el dinero también puede ser considerado como un producto de primera necesidad.
Las casas de cambio de los aeropuertos son conscientes de que muchos viajeros llegan al país sin moneda local, bien por falta de previsión, o influidos por ese rumor que dice que los mejores sitios para cambiar son los aeropuertos.
Antes de decidirte por cambiar en el aeropuerto, infórmate sobre las franquicias que operan allí y consulta los tipos de cambio en su web. Piensa también que aunque haya varias compañías diferentes, es probable que todos tengan tipos similares.
6. Sacándose de la manga tasas surrealistas
Cuando los aeropuertos se quedan cortos de beneficios, lo que les sobra son las ideas para sacar dinero de los pasajeros.
Desde la tasa de £1 que impuso el aeropuerto de Belfast a los fumadores, pasando por la “Airport improvement fee” impuesta en algunos países a pasajeros en tránsito, hasta la surrealista tasa “por respirar” que se pide en Caracas como contrapartida por respirar aire limpio.
Es mejor prevenir…
Los aeropuertos son un buen lugar para obtener los servicios y el entretenimiento que hacen las horas de espera más llevaderas.
Pero si quieres que tu estancia allí sea de verdad provechosa, y no una causa de estrés más, debes ser consciente de que los departamentos comerciales que los gestionan son muy conscientes de la predisposición y del comportamiento de los viajeros que pasan por ellos, y están dispuestos a aplicar todas las estrategias necesarias para sacar el máximo beneficio económico.
Comenta: ¿alguna vez te han cobrado en un aeropuerto un gasto de este tipo que no esperabas?
Excelente…tomare mis precauciones proximamente al viajar a Mineapolis!!!Gracias.
Ahora en Barajas cobran un Euro por los carritos. Sí, sin devolución
Todos sus consejos están muy bien explicados… son muy útiles. Solo deben evitar las mentiras…en Caracas no se cobra por respirar aire puro. Faltan al respeto al país completo.