Compartir un viaje con tu mejor amigo de 4 patas es una experiencia muy bonita. Pero, si debes recorrer un trayecto muy largo y optas por el avión, tu perro deberá viajar obligatoriamente en la bodega si es de tamaño grande y/o sobrepasa los 6 u 8 kilos (dependiendo de la compañía aérea). ¿Es ésta una opción segura?
En coche, en tren, en barco o incluso en bicicleta, muchos viajeros prefieren evitar riesgos y eligen otras alternativas al avión aunque el viaje resulte mucho más largo.
Por un lado, se trata de una experiencia muy estresante para el animal. Por otro lado, tras ver vídeos compartidos en redes sociales y noticias o reportajes emitidos por los medios de comunicación sobre el tema, da la sensación que transportar a tu perro en la bodega del avión es una lotería. Depende de la suerte que tengas, puede salir a pedir de boca o al contrario.
Como se trata de un tema que genera mucha controversia, en Trabber nos hemos puesto en contacto con 5 bloggers viajeros muy perrunos para obtener información de primera mano. A continuación, compartimos con vosotros sus experiencias, consejos y opiniones sobre viajar con perro en la bodega del avión.
«Antes de ser un nómada era bombero y trabajaba con perros de búsqueda y rescate de personas. En una ocasión, volviendo para Asturias de unas pruebas de homologación en Canarias, debíamos hacer escala en Madrid. Negrito, mi perro, viajaba en la bodega… ¡o eso pensaba yo! Mientras estábamos esperando en Barajas para despegar de nuevo, una azafata vino a decirme que había un problema y que mi mejor amigo no se encontraba en el avión. Decidí bajarme de inmediato para intentar localizarlo y, tras unos minutos que a mi me parecieron horas, dieron con él. Se habían equivocado al facturarlo en Tenerife y lo habían mandado a Barcelona. Mi mejor consejo es que una vez en el avión, os asegureis de que vuestro perro también está a bordo antes de despegar.”
A la pregunta, ¿recomendarías viajar en bodega después de lo ocurrido? Lo que me pasó a mi fue algo excepcional, no creo que pase muy a menudo.
Depende de la situación de cada uno y el tipo de viaje que tenga que hacer: trabajo, placer… Yo, si puedo evitar a mi perro pasar por una situación así, lo prefiero. Hay otras alternativas como viajar en tren, barco… ¡O bicicleta!
Los perros se pueden llegar a estresar mucho en este tipo de situaciones. Todo es nuevo y no saben lo que les está pasando: los meten en una caja, se los llevan unos desconocidos que puede que no los traten con la mayor delicadeza del mundo, el avión hace mucho ruido… Además cada poco se escuchan casos de perros que mueren en bodega por fallos de compresión o de regulación temperatura.
Si alguien tiene que hacer un viaje y no le queda otra alternativa, le recomiendo que habitúe a su perro a estar en un transportín. Pero que lo haga con tiempo de antelación.
“Para nosotros lo más importante no es el destino, sino disfrutar del viaje con nuestro perro. Desde un principio pensábamos que dejarlo solo y encerrado en una caja durante un montón de horas en la bodega de un avión no iba a ser nada divertido para Meko, nuestro Golden. Por eso decidimos viajar en coche con nuestro perro desde España hasta Tailandia. A priori parece una idea disparatada, pero la realidad es que viajar con tu perro en coche es bastante fácil y los requisitos son mínimos, nunca nos pidieron ninguna documentación para el perro. Obviamente se tarda algo más y es más caro, pero a cambio hemos podido disfrutar de inolvidables aventuras alrededor del mundo con la mejor compañía, la de nuestro perro.”
“Con nuestra perrita viajera Mafi viajamos en coche dos años nómada desde Argentina hasta Colombia. De la Mitad del Mundo nos trajimos de recuerdo a su hijo Pepe, que viajó en la tripa de su mamá de Quito a Buenos Aires. Tras más de 50 mil kilómetros por tierra en Sudamérica llegó la hora de saltar el charco para venir a Europa y con eso algo que tanto temíamos y habíamos evitado hasta ese momento: viajar en avión. Sabíamos que no podrían viajar con nosotros en la cabina y los teníamos que facturar; eso nos preocupaba mucho. De hecho, para evitarlo estuvimos mirando viajar en barco para cruzar el Atlántico y aunque esta fue una opción bastante seria finalmente la descartamos. Quisimos que volar en bodega fuera lo más llevadero para nuestros dos perritos y de nuestra experiencia sacamos varios aprendizajes:
Al buscar vuelo: Evitar escalas, especialmente por su bien además de tu bolsillo (pues se cobra por tramo, no por vuelo).
Evita las fechas y horarios -tanto en el despegue como en el aterrizaje- con temperaturas excesivas (recomendable entre 10 y 25 grados).
En el check-in: Tener lista la documentación y el transportín reglamentario. Es ideal que se haya familiarizado con él, que lo sienta como su lugar.
En la llegada: Preguntar al personal de equipaje, para evitar esperas innecesarias. Tener preparado al llegar agua, limpiarlo y llevarlo tan pronto sea posible a hacer sus necesidades. Acompañarlo y mimarlo mucho.”
El equipo de humano y perruno de Dog Vivant
“Queremos disfrutar de nuestro perro al máximo, pero es cierto que hay planes en los que ellos van a estar realmente incómodos. Largos viajes, salidas nocturnas, aglomeraciones de gente, ambientes muy ruidosos, temperaturas extremas…En esos casos, en Dog Vivant creemos que es mejor dejarle en casa bien cómodo y seguro, con algún familiar, amigo o con un cuidador de confianza.
Si vas a viajar con tu perro, nosotros no recomendamos para nada que viaje en bodega. Es muy desagradable y hasta peligroso para ellos: estrés, ansiedad, incluso casos más tristes en el que los perros se han muerto al sufrir un golpe de calor.
Si no puedes viajar con tu perro en cabina porque no cumple las condiciones de tamaño u otra razón, para nosotros es preferible cualquier otro medio de transporte: tren, coche…Y si tienes una mudanza o un largo viaje en el que dependes de un avión, recomendamos consultar con empresas de transporte de mascotas, preferiblemente por carretera y supervisado.
Y viajéis en el medio de transporte que viajéis, siempre recomendamos que no sea un trayecto demasiado largo. Podéis plantearos hacer un alto en el camino en un hotel dog-friendly, así tenéis excusa para conocer sitios nuevos. Y recuerda siempre que, como nosotros, los perros necesitan hacer paradas para “estirar las patas”, beber agua… Aquí varios consejos y truquitos para que tengáis un buen viaje. ¡Y a disfrutar con ellos!”
“Viajar con perro es una experiencia muy enriquecedora, que te ayudará a conectar más con tu amigo de cuatro patas. Pero cuando quieres llevarlo en avión, la cosa se complica.
Si tienes un perro pequeño, de menos de 8 kilos, podrás llevarlo en cabina, como hago yo con mi perrito Kiba. Para que no se ponga muy nervioso, es bueno que le acostumbres a que vaya metido en el trasportín, porque tendrá que pasar mucho tiempo dentro. Practica en casa metiéndole entre 5 y 15 minutos todos los días, y que sepa que no pasa nada, que está a tu lado y que todo va bien. Prémiale cuando entre (a ser posible sin tu ayuda) y mientras esté dentro.
Cuando pases seguridad, lo más importante es que tú le transmitas tranquilidad. No hagas movimientos bruscos y mantente a su lado en todo momento. Si tú estás calmado, él también l estará. ¡Y no te olvides de llevar premios para que todo el viaje sea una experiencia positiva!
Si tu perro es grande y tienes que llevarle de viaje si o si, tendrás que hacerlo en bodega. Es un viaje estresante para ellos, así que es importante que lo valores bien, y que te informes sobre las mejores aerolíneas para viajar con perro en bodega, todo el proceso y dónde estará tu perro en todo momento.”
Últimos consejos para viajar con tu perro en avión
Si decides viajar con tu perro en la bodega del avión, te recomendamos leer con atención la sección Traveling by airplane with pets (viajar con animales de compañía en avión) de Human Society. Encontrarás información sobre los riesgos que conlleva este tipo de viaje para tu mascota y consejos en caso que decidas realizarlo.
Y hasta aquí las experiencias y consejos de nuestros colaboradores. Queremos dar las gracias a cada uno de ellos por su tiempo y por querer ayudar a todos los usuarios viajeros perrunos de Trabber.
Si tú también quieres contribuir con tus experiencias, deja tus comentarios aquí abajo.
Me ha gustado mucho el post. He descubierto algunos bloggers muy interesantes. Los consejos de Mindfultravel están genial. Yo personalmente no podría meter a mi perrita en una bodega de un avión, perfiero contratar alguna empresa de transporte de mascotas por carretera. Saludos!
Gracias por tu comentario. Nos alegramos de que te haya resultado útil e interesante el artículo.
Se trata de un tema delicado y que preocupa a muchos viajeros que necesitan viajar con sus mejores amigos de cuatro patas. Por eso decidimos pedir consejo a expertos en la materia 😉
Agradezco las experiencias en bodega, tal cual dice el título.
Obviamente si fuera posible evitaría llevar a mi perro en la bodega pero hay casos en los que es la única alternativa.
Hoy nos toca viajar, confío en que todo saldrá bien!
Gracias por la info ?
Un enfoque muy acertado del artículo, de quien mejor se puede aprender son de las propias experiencias de los incansables viajeros humanos y perrunos con los que habéis contado.., yo no se si podría viajar con mis perras en avión, posiblemente sufriría yo más que ellas.
[…] ✈? Viajar en la bodega del avión, ¿una opción segura para nuestra mascota? […]
Me ha gustado mucho el post. He descubierto algunos bloggers muy interesantes. Los consejos de Mindfultravel están genial. Yo personalmente no podría meter a mi perrita en una bodega de un avión, perfiero contratar alguna empresa de transporte de mascotas por carretera. Saludos!
Hola, Conrado.
Gracias por tu comentario. Nos alegramos de que te haya resultado útil e interesante el artículo.
Se trata de un tema delicado y que preocupa a muchos viajeros que necesitan viajar con sus mejores amigos de cuatro patas. Por eso decidimos pedir consejo a expertos en la materia 😉
Un saludo!
Agradezco las experiencias en bodega, tal cual dice el título.
Obviamente si fuera posible evitaría llevar a mi perro en la bodega pero hay casos en los que es la única alternativa.
Hoy nos toca viajar, confío en que todo saldrá bien!
Gracias por la info ?
Un enfoque muy acertado del artículo, de quien mejor se puede aprender son de las propias experiencias de los incansables viajeros humanos y perrunos con los que habéis contado.., yo no se si podría viajar con mis perras en avión, posiblemente sufriría yo más que ellas.
Gracias por el artículo y saludos