Mejor en avión a una playa vacía, que en coche a costas abarrotadas
11 septiembre 2020
Hay varias preguntas recurrentes este verano: ¿debemos irnos de vacaciones? ¿Es seguro coger un avión?, ¿mejor viajar en coche? Mi respuesta a la primera cuestión es que, siendo responsables, nos podemos ir de vacaciones. A la segunda, contesto con el titular de este artículo: mejor en avión a una playa vacía, que en coche a costas abarrotadas.
Seguramente, se hayan planteado debates entre amigos, familias, parejas, acerca de la conveniencia, o no, de viajar en avión. Como excepción, voy a hablar en primera persona para contar mi experiencia.
Fuerteventura: playas vacías y paradisiacas
A finales del pasado mes de julio hice un viaje a Fuerteventura. Cuando lo comenté en un grupo de amigos de WhatsApp, uno de ellos me respondió: “Lo de coger un avión es muy arriesgado, yo me iré unos días a Salou”. No se lo discutí, pero barruntaba que un lugar como Fuerteventura sería mucho más seguro que la localidad catalana (o cualquier otra que sea destino habitual del turismo en la costa peninsular).
Tanto en el aeropuerto como en el avión –salvo por la leve molestia de llevar siempre la mascarilla, cuando aún no era obligatoria en todas las situaciones–, comprobé que el riesgo se había apocado notablemente gracias a las medidas tomadas por las compañías aéreas y los propios aeropuertos.
En Canarias continué corroborando lo acertado de mi apreciación: playas cuasi solitarias y paradisiacas, espacio de sobra en las terrazas de los restaurantes; calles, paseos marítimos y tiendas despejadas… Una buena elección.
La primera parte de mi percepción se había cumplido: Fuerteventura es un destino perfecto en tiempos de coronavirus y, aunque ya sabemos que el riesgo cero no existe, viajar es seguro y mejor en avión a una playa vacía .
Costas abarrotadas en época de pandemia
No creí que fuera posible comprobar, por mí mismo, si la segunda premisa también era verdadera. Pero, inesperadamente, tuve la oportunidad de viajar a Cambrils, el fin de semana del 5 y 6 de septiembre, para despedirme de la playa en este atípico verano. Este municipio tarraconense está a menos de 8 kilómetros de Salou, pero suele recibir bastantes menos visitantes. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en septiembre de 2019 llegaron a Salou 168.347 turistas, mientras que arribaron en Cambrils 32.290.
Allí encontré un hotel a rebosar, con un servicio de desayuno en el que nos juntábamos más de 100 personas. Playas en las que –sin estar atestadas– debías irte a tercera o línea para tener unos metros de distancia social. Restaurantes llenos, tiendas a alto rendimiento y un paseo marítimo en el que había que zigzaguear para no chocar.
En definitiva, hallé un lugar bastante menos seguro que la isla canaria, lo que sirvió para ratificar mi sospecha. Y no se trata de demonizar estas localidades, ni muchísimo menos. Pero, si se puede elegir, quizás sea mejor optar por otro tipo de destinos en este periodo estival.
El Covid-19 ha cambiado nuestras rutinas e impele interrogantes que antes ni siquiera planteábamos. Yo afirmo que es mejor viajar en avión a playas vacías que en coche a costas abarrotadas, y tú, ¿qué opinas?
Hay varias preguntas recurrentes este verano: ¿debemos irnos de vacaciones? ¿Es seguro coger un avión?, ¿mejor viajar en coche? Mi respuesta a la primera cuestión es que, siendo responsables, nos podemos ir de vacaciones. A la segunda, contesto con el titular de este artículo: mejor en avión a una playa vacía, que en coche a costas abarrotadas.
Seguramente, se hayan planteado debates entre amigos, familias, parejas, acerca de la conveniencia, o no, de viajar en avión. Como excepción, voy a hablar en primera persona para contar mi experiencia.
Fuerteventura: playas vacías y paradisiacas
A finales del pasado mes de julio hice un viaje a Fuerteventura. Cuando lo comenté en un grupo de amigos de WhatsApp, uno de ellos me respondió: “Lo de coger un avión es muy arriesgado, yo me iré unos días a Salou”. No se lo discutí, pero barruntaba que un lugar como Fuerteventura sería mucho más seguro que la localidad catalana (o cualquier otra que sea destino habitual del turismo en la costa peninsular).
Tanto en el aeropuerto como en el avión –salvo por la leve molestia de llevar siempre la mascarilla, cuando aún no era obligatoria en todas las situaciones–, comprobé que el riesgo se había apocado notablemente gracias a las medidas tomadas por las compañías aéreas y los propios aeropuertos.
En Canarias continué corroborando lo acertado de mi apreciación: playas cuasi solitarias y paradisiacas, espacio de sobra en las terrazas de los restaurantes; calles, paseos marítimos y tiendas despejadas… Una buena elección.
La primera parte de mi percepción se había cumplido: Fuerteventura es un destino perfecto en tiempos de coronavirus y, aunque ya sabemos que el riesgo cero no existe, viajar es seguro y mejor en avión a una playa vacía .
Costas abarrotadas en época de pandemia
No creí que fuera posible comprobar, por mí mismo, si la segunda premisa también era verdadera. Pero, inesperadamente, tuve la oportunidad de viajar a Cambrils, el fin de semana del 5 y 6 de septiembre, para despedirme de la playa en este atípico verano. Este municipio tarraconense está a menos de 8 kilómetros de Salou, pero suele recibir bastantes menos visitantes. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en septiembre de 2019 llegaron a Salou 168.347 turistas, mientras que arribaron en Cambrils 32.290.
Allí encontré un hotel a rebosar, con un servicio de desayuno en el que nos juntábamos más de 100 personas. Playas en las que –sin estar atestadas– debías irte a tercera o línea para tener unos metros de distancia social. Restaurantes llenos, tiendas a alto rendimiento y un paseo marítimo en el que había que zigzaguear para no chocar.
En definitiva, hallé un lugar bastante menos seguro que la isla canaria, lo que sirvió para ratificar mi sospecha. Y no se trata de demonizar estas localidades, ni muchísimo menos. Pero, si se puede elegir, quizás sea mejor optar por otro tipo de destinos en este periodo estival.
El Covid-19 ha cambiado nuestras rutinas e impele interrogantes que antes ni siquiera planteábamos. Yo afirmo que es mejor viajar en avión a playas vacías que en coche a costas abarrotadas, y tú, ¿qué opinas?
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